lunes, 19 de abril de 2010

Mis Fotogramas

Esta es la portada del primer Fotogramas que me compré. Desde entonces los fui comprando cada mes hasta hace unos seis años. Tengo seis cajas llenas de Fotogramas. Son un tesorito.

Los empecé a comprar en Cádiz. El ex-novio de mi amiga AB los traía al piso - traía el Fotogramas y unos pastelitos Bimbo como el Bony pero más grandes, de chocolate y mermelada, ay, qué placer-. La mezcla pastelito Bimbo y Fotogramas era supercruel. Esas cosas no se hacen. Además, el ex de mi amiga era/es un cinéfilo de primera y yo en aquella época no salía de cuatro o cinco ideas tontas (ni sabía quién era Scorsesse, por decir uno que idolatraba el ex de mi amiga).

Así que un fin de semana que me quedé sola en el piso de Cádiz -bastante muerta de asco- me compré mi Fotogramas y mi propio pastelito Bimbo y fui feliz. Desde entonces pasaron dos cosas:

1. Empecé a competir con el ex de mi amiga por ver quién sabía más de cine. Aunque nunca le gané un quesito rosa en el Trivial, al menos ya pude debatir con él sobre Scorsesse, John Ford (otro de sus ídolos) y toda la pesca. Al mismo tiempo, me fui pedanterizando -pero NUNCA gafapasteando-.

2. Me volví una pesada cinéfila que iba dos veces por semana al cine (además en el piso ¡no teníamos tele!). Era tan cinéfila y tan agonía, que hasta iba al cine sola en ocasiones. Cosa más agobiante, por cierto. No seré yo quien cante las bondades de ir al cine sola. Yo, en el cine, cuando he ido sola, siempre me he llevado algo para leer y hacer el paripé. Patética.

Ahora ya no voy tanto por varios motivos que no vienen a cuento. Tampoco compro el Fotogramas por varios motivos que tampoco vienen a cuento. Aunque a veces publican un número en versión mini con el Diario local y caigo en la tentación. El sábado fui a ver Alicia. Se me cayó la lagrimilla porque soy una sentimental. Me ponen una música tremebunda -Danny Elfman se las pinta sólo- y ya estoy con la lagrimita.

Pero Tim Burton... bueno, ya se está publicando bastante sobre su decadencia y su bajada de pantalones al comercialismo más basurero. En fin, que fui al cine y solté la lagrimita. Me quedo con eso.

No hay comentarios: