viernes, 16 de abril de 2010

Rock radikal

En el 86 podíamos haber bailado juntos, a mil kilómetros. En Tu casa o en la mía, porque no me dejaban ir a konciertos.

En el 86 yo llevaba una melena larga teñida de henna. Mis cejas eran peludas y mi sexo también. Bebía litronas a morro y fumaba Fortuna.

A cero kilómetros habríamos bailado en la semioscuridad dando patadas al aire. Tu labia indecente me habría derrumbado las defensas, nos besaríamos en un callejón, me meterías mano en el portal.

Pero ahora también podemos bailar y de hecho bailaremos y follaremos después o follaremos y bailaremos después, da igual la ecuación porque sólo da un resultado. Tú serás mi Dios.

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