domingo, 24 de abril de 2011

Con mi segunda mejor amiga

No la veía desde Navidad y anoche quedamos. Cervezas, tapas, gin-tónics y conversación a ratos fluida. A veces nos quedábamos en silencio. Una vez el silencio se me hizo largo. Pero supongo que es lo normal cuando ves a tu segunda mejor amiga de vez en cuando y piensas que hay cosas de las que ya no volvereis a hablar.

El tiempo,  la distancia, los motivos mediocres de siempre. Y sin embargo me sorprendió verla más relajada que otras veces. Maldito facebook. Ella a veces asoma gruñona, quejica y me cabrea. No le hago comentarios, la dejo a su bola con sus gruñidos y sin embargo, no era real. Ayer noche si era real. Ella estaba relajada, tranquila y nada gruñona. Conversamos del trabajo, porque las dos nos dedicamos a lo mismo y podemos tirarnos horas hablando del asunto. Hablamos del trabajo y resulta que no gruñó ni un ápice, yo que pensaba que no iba a parar de despotricar. Hablamos de viajes, de libros y de películas - yo no sabía que le gusta el cine gore, joder-. Hablamos de nuestras amigas en común. No hubo tiempo para recordar tiempos pasados, qué curioso, porque ese es un tema en el que las dos nos recreamos indolentemente.

Su sentido del humor, único y peculiar. La cabrona parece arisca pero tiene un corazón de oro. Y te ríes con ella. Quizás no todo el mundo se ría con ella, pero yo si y quizás no a todo el mundo caiga bien, tambien yo a veces la pongo a parir, pero eso sólo ocurre  cuando la tengo lejos o cuando la tengo demasiado encima. Mi segunda mejor amiga es compleja y puñetera. Ya no hablamos de ciertas cosas de las que si hablábamos mucho antes, en los buenos viejos tiempos. Pero tampoco es algo que yo eche especialmente de menos.

Porque en canciones como ésta se guardan todos nuestros recuerdos, los de los buenos viejos tiempos. 

viernes, 22 de abril de 2011

Leyendo página 89, línea 5ª

En su blog, minerva me invita a uno de esos juegos que me resultan encantadores.

Aún no he acabado La caza del Octubre rojo, por simple pereza. En la página 89, 5ª línea leemos:

" ... se hallaba encorvado sobre su mesa de instrumentos, con el cuerpo fláccido..."

Habla de un operador de sonar metido en sus cosas. Hay que dar caza al submarino desertor!!! Aunque es una novela tendenciosilla -ya sabemos cómo las gasta el amigo Clancy- yo estoy divirtiéndome mucho y aprendiendo mucho argot militar. Ahora se cómo funcionan los submarinos nucleares!!!! Mola mucho. Mejor que en un manual.

También estoy releyendo Canción de hielo y fuego igual que lo están haciendo todos los frikis de la saga tras el estreno de la serie. Voy de un libro a otro y ahora he pillado el tercer tomo de Tormenta de  Espadas. En la 5ª línea de la página 89 leemos:

"... se dejó caer de rodillas y vomitó.  "Mi pobre Florian", pensó ... "

Lo pensaba la buena de Sansa del borrachín Ser Dontos. Nunca sabes a qué atenerte respecto a un personaje de Canción de hielo y fuego. Sansa es una damita tonta y a la vez uno de los protagonistas más carismáticos de la serie. Ser Dontos es un patético caballero que pretende salvarla y durante unas cuantas páginas nos llegamos a creer que es un verdadero heroe disfrazado de bufón.

(Pensaba que mis lecturas son bastante poco serias. En este juego habría quedado superbien unas líneas de algún autor insigne y laureado. O de algún clásico. En su lugar, un bestseller maniqueo y una novela de ficción-fantástica ... Muerte al gafapastismo!!!!)

jueves, 21 de abril de 2011

"matando muerte en vida la has trocado"

Soy creyente y no tengo ningún mérito. Hablar de la fe y de las creencias no es un tema que domine. Es íntimo y cuando hablo o escribo sobre ello el resultado es infantil, ingenuo y quizás hasta ridículo. Cualquiera podría emprender una batalla dialéctica conmigo y dejarme sin argumentos. Aunque en cualquier caso, mi fe -la fe- no tiene argumentos racionales, ni bases coherentes ni sólidas. Yo no voy por ahí ejerciendo de adalid de mis creencias. Además, no me gustan las batallas dialécticas donde desde el principio soy la perdedora.

Imagino que ayer no salió ninguna procesión, porque estuvo lloviendo. Me da lástima por la gente que lo disfruta. A mi me gusta encontrarme procesiones al paso y me emociona ver a la Virgen mecida al compás, el esfuerzo de los costaleros... todo eso. La música, el incienso, las imágenes de dolor y redención, son ayudas, o recuerdos que aupan mi emotividad religiosa. Yo soy una creyente de colorines. Creo en la Virgen de Fra Angélico y en esa Virgen que mecen los costaleros de mi pueblo. En ese Cristo que percibo tras una imagen de pasión. Como ven, se me puede rebatir por todos los costados. Aunque es algo que me la suda bastante.

Para mi, pensar que Dios es amor y que el amor nos salva está chupado. Lo dicho, no tiene mérito alguno. Podría callármelo pero anoche soñé con un páramo y no me gustan los páramos. Estoy lejos, doy un paso y me caigo al agua, doy dos pasos y soy africana. Estoy lejos, sólo puedo dar amor y ningún consejo, ¿puedo transformar ese páramo? Optimistas que dan asco, como yo, siempre dirán que si. 

miércoles, 20 de abril de 2011

¿Infidelidad?

Ayer vi La mirada violeta, una peli entretenida pero mala, que de esas hay en el cine a patadas. Cayetana Guillén Cuervo, la protagonista, actua fatal y sale en cada escena con la misma cara de pasmo. Además, la cabrona liga cada vez que chasquea los dedos y ya digo, es Cayetana Guillén Cuervo, no Charlize Theron. Más quisiera Cayetana Guillén Cuervo.  Pero como decía, la peli me entretuvo porque iba a un ritmo medianamente ágil y por el tema que plantea, aunque no por cómo lo desarrolla.

Escribir sobre infidelidad me supone un problema de pedantería: la palabra "infidelidad" de por si me es contraproducente. No voy a hacer la tontería de analizar su significado, ni haré análisis alguno sobre el tema, porque nunca hago esas cosas. Perder el tiempo teorizando no es lo mío. La peli sí que teorizaba: la protagonista ama a su marido pero se acuesta con otros. Luego pasan más cosas que ya me interesan menos, pero el meollo es ese. ¿Dónde está escrito que el matrimonio implica la pérdida de la individualidad?

¿Puedes ser feliz en tu matrimonio y a la vez llevar una vida externa a él? ¿Puedes mantener una relación en pareja estable y plena y a la vez tener relaciones sexuales y afectivas con otros hombres? ¿Por qué si se tienen amigas con las que disfrutar -independientemente de tu pareja- no puedes tener amantes?

¿Por qué hemos planteado nuestras vidas como una sucesión de restas? ¿Por qué no ir sumando, si es mucho más gratificante y sobre todo, nos proporciona una vida mejor y más valiosa?
 
Ni quiero teorizar ni ir sentando cátedras a diestro y siniestro. Quizás sean preguntas gilipollas, las arriba planteadas, quizás impliquen una visión de la vida egoísta y artificial. Todo el mundo equipara "infidelidad" a engaño y a deslealtad y plantear tesis contrarias es como poner una pica en Flandes. Además, es un tema que se presta a juicios de valor gratuitos y ese es un asunto que detesto con toda el alma. 


Trailer la mirada violeta por separte

lunes, 18 de abril de 2011

"Las cosas que hago por amor"

Tyrion en un mal momento
El primer capítulo de Juego de tronos ha durado una hora justa y se me hizo corto. Es tan bueno como imaginaba, bravo por la HBO. Peter Dinklage haciendo del enano Tyrion está fantástico, tan cínico y pervertido como debe ser.  Y el momento bestia de la boda dothraki, que ya no recordaba ( y es que una boda dothraki debe tener al menos tres muertos para que no sea aburrida).

El final del capítulo ("las cosas que hago por amor") ha sido brutal, tan brutal como la escena que adapta.

domingo, 17 de abril de 2011

Winter is coming

Hoy estrenan Juego de tronos en los EEUU y supongo que en breve se podrá ver aquí. Ya vi los primeros minutos y parece  que no se echa nada en falta: el Muro y Más allá del Muro aparecen tan siniestros como imaginaba y los Otros dan pavor. Me encanta que Sean Bean sea Lord Stark e Invernalia es tan agreste y dura como la imaginaba.



Este verano se supone que sale la edición en inglés de Danza de dragones. Claro que no la leeré, porque a tanto inglés no llego, pero el hecho de que POR FIN se edite es un alivio.

sábado, 16 de abril de 2011

Primer ABC


Guardo este maravilloso libro en casa de mi madre. Yo era una mocosa con gafas cuando lo leía. El ABC de la belleza femenina, editado por Círculo de Lectores, que traía miles de consejos para ser guapa. Una guapa de los años sesenta, pero guapa al fin y al cabo.

El libro es una monada. Trae consejos de alimentación al estilo yanqui, con su pomelo para desayunar. Yo nunca había visto un pomelo de pequeña e imaginaba que debía estar riquísimo - puag-. Yo le decía a mi madre cómo debíamos comer para estar guapas y mi madre prometía preparar comidas sanas con su pomelo y todo. Pero el puchero con su pringá tira mucho.

Trae tablas de gimnasia para fortalecer todo lo fortalecible: yo las hacía todas, los abdominales, los ejercicios de gluteos, la gimnasia facial, todo menos el pino, que nunca lo he sabido hacer. Hacía la tabla pero sólo un ratito. Las tablas de gimnasia me parecen lo más aburrido del mundo.También trae un capítulo sobre "la belleza en el transcurso de los tiempos" con anécdotas del tipo "Cleopatra se bañaba en leche de burra". A mi madre y a mi nos encantaban ese tipo de anécdotas.

Pero lo mejor del libro eran los consejos de maquillaje y moda. De los sesenta, ya digo, pero a mi me valían. Como yo era pequeña -y mi madre se ocupaba que mi estado de pequeñez durara lo más posible- no me maquillaba ni me ponía supervestidos, pero iba tomando nota. Yo creo que memoricé todos los dibujitos del libro, donde salían chicas ideales con vestidos de cóctel y con pantalones Capri. Memoricé todos los consejos de moda y maquillaje para el día en que pudiera lucirme así. Y, sobre todo, memoricé muy bien los consejos vitales, esos en los que la autora, la inefable y misteriosa Lilo Aureden, te decía que para ser bella lo importante era el buen gusto y la actitud (a veces se ponía machistorra, pero yo se lo pasaba por alto).

Me hice mayor y mi madre ya no pudo seguir vistiéndome con vestidos de punto de abeja, pero tampoco llegó la hora del ABC, porque me hice jipi-punki, de esas que no usan mascarilla de pepino ni sujetador. Fue una pena y un desperdicio.

miércoles, 13 de abril de 2011

Cópula

En primavera las bestezuelas copulan, es su hora. Celebran el sol y lo felicísimas que están de vivir. La cópula de las bestezuelas es simple y no tiene monerías. Van al lío.

Hay mucha literatura prescindible en el acto de copular. Mucha velita y mucha lencería fina. Y ahora, en primavera, yo prescindiría de todo ello y me iría a lo que importa, que es encajarme tu polla en el vientre y no pensar en nada más.

No me pidas que hable, las bestezuelas suelen limitarse a gruñir y es lo que haré. Quizás te parezca limitada, pero no puedo dar más: sólo quiero que me metas buenos polvos y dejarte seco. Es la avaricia seminal de las hembras en primavera.

lunes, 11 de abril de 2011

Mi pequeña tropa de primos

Mi familia extensa no es en absoluto extensa. Siempre lo he lamentado. Sólo tengo dos tíos, una tita y un tito, a los que quiero un montón, que a su vez están casados con una tita política y un tito político a los que también quiero otro montón. De esos titos han salido mis primos, que sólo son cinco. Yo siempre envidié a la gente con un chorrón de primos. Yo sólo tengo cinco y además, todos son mucho más pequeños que yo.

Mis primos están ahora en la treintena. La mayor de mis primas vive en la otra punta de España y la veo poquísimo. Los demás primos viven en esta ciudad y nos encontramos en Navidades y en verano. Tengo una prima favorita. El marido de otra prima es inaguantable. Tengo un primo pijo, otro medio jipi pero muy molón y otro supercharlatán. Ahora les veo poco y sigo sus vidas casi exclusivamente a través del facebook.


Hubo un tiempo en que jugaba con ellos todos los sábados y domingos en la casa de mi abuela. Yo era la prima mayor e inteligente y me convertí, voluntariamente, en su nanny. Todos me seguían como borreguitos, porque aunque yo les lleve más de diez años, entre ellos hay muy poca diferencia de edad. Cuando yo tenía quince años ellos rondaban los cuatro y cinco. Era mi pequeña tropa. 

Les contaba cuentos. Todos los cuentos que conocen vinieron de mi. A la hora de comer y un rato por la tarde. Me escuchaban tranquilitos y admirados. Les contaba los clásicos -Los tres cerditos, Blancanieves-pero también otros menos conocidos, como Piel de Asno, La Reina de las Nieves o Riquete el del Copete, que les entusiasmaba. Les organizaba juegos. Una vez organizamos el bautizo de una muñeca, todavía lo recordamos, fue memorable, hubo hasta canapés. Yo hice de cura y bauticé la muñeca con un cucharón. Hay fotos de la ceremonia: mi prima favorita aparece en brazos de mi abuela, toda rubia y cabezona; el más travieso de mis primos sale mellado, mi primo jipi, con carita de bebé y la prima que vive lejos y está casada con un idiota, sale con gafitas y flequillo.

Ahora uno de esos primos acaba de tener su primer hijo. Es mi primer ... ¿cómo llamarlo? ¿Primo-sobrino? He visto su foto en el facebook  y es un bebé de carita hinchada y pelón. Hablé con mi tita, que ya es abuela y me parece mentira, porque siempre la vi como mi tita la que me cuidaba de pequeña y me ponía discos de Karina. Y ahora es abuela.  Y mi tito, ese tito que tengo tan bruto y con el que me parto de risa, es abuelo. Aún no me hago a la idea.

jueves, 7 de abril de 2011

Dieta de moda

Tengo una compañera de trabajo que lleva un mes con la dieta de moda. Mi compañera engordó bastante tras dos embarazos seguidos y ahora, después de un mes, está recuperando su peso ideal. Hasta aquí perfecto, ella se siente bien y es verdad que ahora está mucho más guapa. Lo malo es que está pesadísima con la dieta de las narices. Tiene la costumbre de contarte con pelos y señales lo que cenó y y lo que va a almorzar, cada día. Te explica cómo se preparan los bollitos de salvado de avena -cosa que yo jamás en la vida tendría la paciencia de preparar- y se zampa en mis narices su bollito con queso sin calorías. Además, ha contagiado a otro compañero, que se acaba de apuntar a la dieta y ha convertido el tema en SU monotema. Ahora anda diciendo que no va a poder ir a la comida de antes de Semana Santa porque se tendría que saltar la dieta. Y él es de esos que se apunta a un bombardeo. Le han lavado el cerebro!!! 

He entrado en la página oficial de la dieta de moda de las narices. Es de ese tipo de páginas sectarias donde todo el mundo empieza siendo superdesdichado y después de inflarse a bollitos de avena, acaba superfeliz. En la página hay una sección sobre la Comunidad de dieteros de moda. Luego he hecho el cálculo de mi peso ideal, que son 65 kilos. Tardaría 36 días en lograrlo!!! 36 días para 2 kilos de mierda que se supone me sobran.  También han calculado lo que me costaría seguir las indicaciones del gurú: 24,8 eurillos. Solo me sobran 2 kilos. Por 2 kilos le debería pagar al gurú lo que me puede costar un libro en el Corte Inglés. Además, el gurú me dice con su cara afabilísima, que siempre estará conmigo. Es un gurú muy buena gente.

En fin, nunca hice dieta y esta vez tampoco, y menos aún una dieta que me obliga a hacerme bollitos de avena, con lo complicado que parece. ¿Haría dieta si realmente me sobraran más kilos? Lo dudo. Soy demasiado escéptica y no tengo paciencia, no me gusta especialmente hacer de comer y menos plantearme menús especiales para mi. Y menos aún plantearme menús con antelación, yo soy de las que improvisan lo que hacer de comer en cuestión de horas. Es un coñazo improvisar el menú de cada día, porque hay que equilibrar lo que se come, pero plantearse un menú semanal me lo parece aún más. Esta semana ando inspirada y aún no he lloriqueado sin saber qué poner de comer. La semana que viene seguramente se me habrá agotado la inspiración, pero aunque sea la solución, jamás planificaré un menú semanal. Viva el caos.

miércoles, 6 de abril de 2011

Es lo más sencillo (casi) del mundo

Yo soy muy ingenua, una ingenua versión naif, pero sin cursiladas. Una ingenua de las que creen en la Navidad y en que todo el mundo es bueno. La verdad es que no me he llevado palos por ser así y odio que la gente me lo recrimine, odio a esa gente que se mosquea porque yo sea ingenua y me diga que ya me llevaré algún palo. Miento. Palos se supone que he recibido pero las ingenuas de mi tipo no los percibimos. Son palos que le dan a otro-yo. Son palos que rebotan en ese otro-yo y salen disparados a la estratosfera. Por eso sigo tan ingenua.

Pero no quería escribir de ingenuidad sino de amor, que es lo más sencillo del mundo si eres ingenua. Y no escribo ingenua desde la perspectiva de "pobrecita ella, que ingenua es que la engañan todo el rato". Hablo de ingenuidad como sinónimo de pureza. Amar de esa forma es bastante sencillo, tan sencillo como ducharse a diario. Hay que estar limpia, hay que quitarse la mugre, la caspa, las manchas. Frotar bien y dejar que el agua corra.

Amar a E. es bastante sencillo porque E. es bueno. Amar a una persona buena es lo más fácil del mundo, está chupado. Yo no tengo ningún mérito amando a E., cada día me doy más cuenta. No le amo porque sea tan guapo, tan culto, tan simpático. No le amo porque sea Dominante. Él no cubre ninguna carencia mía. No le amo porque necesite amar a un hombre Dominante, si no fuera Dominante también le amaría y tengo pruebas. Tampoco le amo porque necesite alguien a quien amar, bendito sea. Le amo a Él con todo lo que tiene y lo que es. Yo creo que de una forma bastante limpia. Y por tanto, muy, muy ingenua.

viernes, 1 de abril de 2011

Multiplica un beso





Multiplícalo por mil. Dentro de cinco días multiplícalo por mil cien, que queda redondo y yo soy mujer de números redondos y rotundos.

Pero hoy multiplícalo al infinito (ese símbolo de ocho invertido tan misterioso que nos enseñaron en segundo de BUP).

Multiplica siempre mis besos. que yo no soy nada avariciosa.

Felicidades, Amor.