lunes, 10 de abril de 2017

Ética promiscua, divorcios y sororidad


Una compañera lloraba a mares en el trabajo. Su marido le decía por whassap que quería el divorcio y luego la había bloqueado. ¡Por whassap! El tipo andaba a unos mil kilómetros de ella y al parecer era la razón principal que esgrimía para divorciarse. Mi compañera lloraba con pena honda pero no se si porque le sigue queriendo o  por la humillación. Ella es muy suya y yo no tengo mucha confianza.

Lo bueno es que el resto de mujeres del trabajo nos hemos dedicado a levantarle el ánimo, ensalzando las virtudes de estar sola mejor que mal acompañada, las infinitas posibilidades del Tinder ( o mejor aún, de Tarifa ahora que llega el verano) y que ella es tela de guapa y lo vale. Ahora, en vacaciones, se ha ido con otra compañera que no tiene pareja a uno de esos viajes de ensueño que han improvisado en dos días. Sororidad que se llama (primera vez que uso esta palabra, no es bonita pero lo que significa, sí que lo es).

La mitad del núcleo duro de mis amigas se divorció. Dos tienen nuevas parejas y que yo sepa andan muy enamorados. Las otras dos están sin pareja; una dice que feliz y la otra con ganas de encontrar. Yo conozco a todos sus ex. Uno es un encanto pero muy egoísta. Otro es también egoísta pero capullo, aunque no malo. Los otros dos son unos mierdas. Me alegré de cada divorcio porque mis amigas no eran felices. También hubo apoyo y consuelo en aquellos días de separación, algunas más traumáticas que otras.

Le habría hablado a mi compañera de trabajo recién divorciada de Ética promiscua, pero no hay confianza. A mis amigas aún no les conté porque no nos vemos ni a tiros. Ética promiscua viene fenomenal para relativizar las dependencias amorosas y al AMOR en sí. El planteamiento que propone en cuanto a relaciones sexuales, afectivas y amorosas es difícil de digerir para cierta gente. Incluso, en este Sur provinciano donde me muevo yo y mis amigas, resultaría complicado (creo) encontrar gente dispuesta a este concepto abierto y valiente del amor. Yo ya lo tengo por bandera y sólo me falta público para hacer proselitismo, lo cual no es fácil: cada vez me siento más tímida y este Sur es cada vez  más rancio.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Este tema del amor es raro y personal, además cada persona es un mundo. El amor que se proclama no es de la raza humana. Nadie es capaz de amar de esa manera, aunque hay amores humanos que conmueven incluso con sus imperfecciones humanas.
Alguien recién separado no entiende nada porque en ese momento el ego comanda el barco.
Saludos

PD: podrías elegir una presentación para móvil un poco más legible?

Mar dijo...

Cierto, nada de generalizar, es absolutamente personal.

Pd. a ver ahora qué tal.

Saludos.

Anónimo dijo...

Se ve perfecto
Gracias
Saludos

JLO dijo...

Toda separación es difícil pero si sucede la mayoría son necesarias... Ese libro es tan bueno? Saludos 🙋

Mar dijo...

Ética promiscua no sólo va de poliamor. Sobre todo las autoras tratan sobre la ética en las relaciones sexuales y amorosas y cómo, si actuamos con ética, la mayoría de los desencuentros, celos y situaciones dolorosas no tienen sentido.

Por mi parte lo recomiendo a la gente valiente que no teme iniciar una revolución en su vida.

Saludos y gracias por tu interés.